
El seguimiento del bienestar de cada niño es esencial para asegurar su desarrollo integral y garantizar que se sientan seguros, apoyados y capaces de alcanzar su máximo potencial. Este proceso implica observar y evaluar su salud física, mental y emocional, así como su entorno social y educativo. Un enfoque personalizado permite identificar posibles dificultades tempranamente y proporcionar intervenciones adecuadas.
Dentro del marco del presente Protocolo de Bienestar, anualmente cada centro lanzará un Plan de Identificación de Riesgos, mediante el cual no sólo la coordinadora del centro, sino también las propias tutoras, podrán identificar posibles riesgos logísticos que, en su criterio y experiencia, pudiesen poner en peligro la integridad del niño. Dirección recogerá cada una de las fichas de riesgos identificadas por las tutoras, evaluará la gravedad y recurrencia del posible riesgo identificado, y procederá, en su caso, a adoptar medidas correctoras que permitan eliminar o minimizar dichos riesgos.
Adicionalmente, dentro de nuestro protocolo de seguimiento se implementan los siguientes mecanismos:
El seguimiento regular y proactivo del bienestar de cada niño permite que los cuidadores y educadores tomen decisiones informadas y colaboren en el desarrollo de estrategias personalizadas de apoyo. Al mantener una visión integral y centrada en el niño, se pueden abordar sus necesidades de manera efectiva y fomentar un entorno que promueva su felicidad y éxito a largo plazo.

Aspectos clave del bienestar infantil: