Escuela infantil Madrid

Es  muy importante gestionar las emociones desde la escuela infantil, ya que es la base para el correcto desarrollo emocional.

Todos conocemos a personas que tienen dificultades para expresar sus emociones, personas que tienen desbordes emocionales o que no han sabido desarrollar la inteligencia emocional. Uno de los aspectos más importantes de la escuela infantil es apoyar a la familia en la educación de sus hijos, sobre todo el la emocional, que es fundamental en la primera infancia pues es la base del desarrollo emocional del futuro de cada persona.

A los 10 meses, los niños ya muestran emociones básicas: alegría, ira, tristeza, disgusto, sorpresa y miedo. El nacimiento de las emociones básicas durante los dos primeros años de vida sigue el compás del desarrollo cerebral. En esta etapa el cerebro madura y, aparecen las distintas emociones del niño.

Por lo tanto los niños, desde muy pequeñitos sienten y muestran emociones, por lo tanto nosotros podemos ayudarles a que las entiendan y las gestionen. Como muchos de vosotros ya sabéis, en Alaria trabajamos las emociones de los niños desde muy pequeñitos, comenzamos con el dado de Lolo, dónde los niños mediante un juego ven a su mascota representando las emociones básicas y son capaces de reconocerlas. En el segundo ciclo, los niños de 3 a 6 años han desarrollado la capacidad de reconocer las emociones en sí mismos, en los demás y expresarlas. Para favorecer la expresión hemos trabajado haciendo un ejercicio muy bonito al ritmo de la música… Cada melodía nos lleva a un sentimiento que podemos expresar con nuestros compañeros

La música es sinónimo de emoción, movimiento e impulso. Las emociones nos posicionan en nuestro entorno y son los pilares básicos sobre los que forjamos nuestra personalidad.  Emociones y música comparten la misma región del cerebro; ambas se encuentran ubicadas en el cortex prefrontal, por lo que la música es capaz de provocar todo tipo de sentimientos. En este sentido, los niños están abiertos a experimentar y son sensibles a las emociones, por lo tanto ha sido muy bonito, ver cómo dan rienda suelta a su expresividad escuchando la música.

En la actividad realizada en Alaria Moncloa, hemos trabajado, la alegría, la tristeza, el miedo y la ira, para luego terminar con una música que les ha llevado a un estado meditativo y de relajación. Para acompañar el ejercicio y provocar la ilusión de los niños, toda la clase estaba llena de papel de periódico que al moverse simulaba el ruido de las hojas del otoño. Ha sido un ejercicio para disfrutar y compartir, por ello todos los padres pueden ver en vídeo en la intranet de la escuela. Esperamos que lo disfrutéis…

En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad. – Arthur Schopenhauer