Las evidencias son claras: la contaminación perjudica el aprendizaje y la atención de los niños. Los científicos piden planes anticontaminación en colegios y parques y, mientras estos llegan, recuerdan lo que dicen sus datos: se inhala menos porquería caminando que en vehículos a motor. Si tiene que traer a sus hijos a la escuela infantil en coche, intente no crear atasco frente a la escuela. Sus hijos respirarán y pensarán mejor.

Aire urbano no apto para cerebros infantiles

España se libró este año de una demanda de la Comisión Europea por incumplir desde 2010 la normativa europea sobre calidad del aire. Pero esta exoneración in extremis –se enfrentaba a un ultimátum– no significa que el aire aquí sea limpio. El 90% de los españoles respira más contaminación de lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera aceptable, y su esperanza de vida puede acortarse hasta dos años por ello.

Las malas noticias no acaban ahí. Un número creciente de investigaciones demuestran que el aire contaminado es tóxico para el cerebro de los niños y lastra el desarrollo cognitivo. Los expertos reclaman medidas para proteger colegios y zonas infantiles, algo que ciudades como Madrid Barcelona aún no contemplan pese a haber iniciado ambiciosos planes anticontaminación.

Los humos de los coches tienen efectos peligroso en el aprendizaje de los niños

Aunque es complejo demostrar una relación causa-efecto entre el humo del tráfico y la ralentización del aprendizaje en niños, los estudios observacionales muestran una correlación tan clara y abundante que los expertos no dudan en apelar al principio de precaución y detectan un «aumento en la incidencia de autismotrastorno por déficit de atención e hiperactividaddislexia y otros problemas cognitivos». ¿Los culpables? Un conjunto de conocidos neurotóxicos, como el plomo, el metilmercurio o el tolueno. Pero también advertían de la posible existencia de más compuestos dañinos para el desarrollo del cerebro, aún sin identificar. Varios indicios apuntaban a que al menos parte de ellos podrían proceder del tráfico.

Los más vulnerables

Los diversos estudios realizados muestran que el desarrollo cognitivo de los niños que van al colegio en zonas de alta contaminación es más lento y podrían estar en una situación de desventaja. El efecto de la contaminación sobre los niños es importante porque su cerebro está en pleno desarrollo. También el de los fetos ya que, cuando las embarazadas respiran aire contaminado, sus hijos se resienten.

Los hidrocarburos que se emiten al quemar combustibles fósiles y que, según han mostrado estudios en animales, son neurotóxicos atraviesan la placenta y pueden causar inflamación, estrés oxidativo y lesiones vasculares en el cerebro del feto. Los resultados de distintos grupos de investigación en distintos sitios confluyen.

Política municipal basada en la evidencia

Pese a estas advertencias, los atascos en torno a los colegios a las horas de entrada y salida son cotidianos en las ciudades españolas. El mensaje tarda en calar. Aunque en Madrid ya existen medidas para mejorar la calidad del aire todavía no hay nada previsto específicamente para los colegios y escuelas infantiles como Alaria Nursery Schools.

Al cole, mejor caminando

Las soluciones al problema de la contaminación tardan en hacerse efectivas. Mientras llegan no se puede dejar de respirar, pero «hay cosas que se pueden hacer desde ya, como dejar de cargar y descargar los niños enfrente de la escuela», decía Jordi Sunyer, del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental: «esto se debería hacer a 100 metros y desplazar el tráfico que pasa por delante del colegio a 50 metros como mínimo».

La escuela infantil Alaria Aravaca Nursery School se encuentra en una zona de poca contaminación

Algunos padres creen que llevando a sus hijos en coche estarán a salvo del aire contaminado: error. Atravesar la ciudad en coche hace que la exposición a la contaminación aumente hasta a diez veces más que caminando ya que los sistemas de ventilación del vehículo absorben lo que sale del tubo de escape del coche de delante y lo inyectan en las fosas nasales de los pasajeros. La mejor opción es caminar lo más lejos posible de la calzada y por vías de poco tráfico. Y, si no, el transporte público.

Conscientes de ellos, en Alaria Nursery Schools ofrecemos  a nuestras familias la posibilidad de matricular a sus hijos en el entorno más natural en el que se encuentra la escuela Alaria Aravaca. Situada en las afueras de Madrid y a tan solo 15 minutos del centro de la ciudad, cuenta con unas inmejorables instalaciones en una parcela de más de 1500 m2, con amplios jardines y espacios al aire libre en el que los niños tienen la posibilidad de disfrutar de un espacio con aire fresco y libre de polución.